martes, 12 de octubre de 2010

DE UN VIVO

Camino entre la selva, pensando en cómo sobrevivir a esa persecución, brinco una barranca y encuentro que estoy volando, aunque tengo miedo aprendo rápido y planeo sobre mi destino, estoy cerca, lo puedo ver. De entre mis preocupaciones sale su nombre y pierdo mi habilidad aérea caigo, CAIGO y despierto.


Con los ojos abiertos veo la hora, sé que es extremadamente tarde, debo ir a trabajar, me pongo lo primero que encuentro, me veo en el espejo, decido ponerme algo “presentable”, tomo un poco de fruta y mi botella de agua. Durante el camino COMO/BEBO el desayuno que intenta ser saludable.

Camino con el pretexto de que no hago ejercicio y con la realidad de que no tengo para pagar un coche, recuerdo al señor que se ha subido a tocar un seudo-bolero con una guitarra de 100 pesos, me remuerde la conciencia por no haberle dado dinero, pero me convenzo de que es lo mejor, mientras tanto, observo el hermoso paisaje a mi alrededor.

Problemas, personas, dinero, PROBLEMAS, el tema de conversación siempre termina en cosas triviales de revistas que nunca leo TVNOTAS/COSMOPOLITAN/LUISMIGUEL, a mi me interesan mis planes, eso es lo único el presente y el futuro de mi persona, vuelve él, se aparece como fantasma mientras debo concentrarme.

Dan las 7 de la noche puedo irme, comienzo a recorrer las calles mientras mis mejillas se incendian, lo pienso, lo pienso, el dolor es insoportable, decido desviar mi atención e ir por una cervezas, mis amigos hablan temas interesantes, es en ese momento, a nada de perder la conciencia a un lado de mi almohada, que lloro IRREMEDIABLEMENTE, maldigo, pregunto, golpeo mi pecho, encarno las uñas sobre mi puño y de mi boca sale como cascada una pregunta…¿PORQUÉ TE HAS MUERTO?.