miércoles, 12 de enero de 2011

Vejez


Es inicio de año, aunque debería hablar de la vida y de los propósitos de este año 2011 , hablaré de su antagónico la muerte y por la tanto de su coautor... la vejez . Esto por un personaje ejemplar que llamó mi atención (y mis reflexiones) en estas fechas...

Hace menos de una semana releí el cuento titulado “Pacto de Sangre” del maestro Mario Benedetti (obviamente soy fiel seguidora de este escritor), desde el inicio del cuento uno comienza a sentirse viejo, el lenguaje, la percepción lenta del tiempo y la palabra abuelo denotan nostalgia y empujan a sentirnos nostálgicos, mientras leía en voz alta mi voz se quebraba, resulta que el protagonista de esta historia se sume en un mar de silencio autoaplicado, esto como defensa de su limitada independencia, me refiero a su lenguaje/ideas/pensamiento, es así que decide hacer creer a sus familiares que ya no puede hablar, sin embargo en un descuido su nieto le escucha decir algo en voz baja y hacen un convenio/secreto entre ellos dos. Así es cómo los parrafos comienzan a tomar tintes menos amargos, tal vez por la introducción de un personaje vital como lo es cualquier niño y cuando uno menos lo espera… en una vuelta de tuerca nos despoja de aquella pequeña ilusión provocada por ese secreto. 

En fin una lectura altamente recomendable, pero tratando de apegarme al formato de este espacio he querido iniciar con este preludio para hablar de mi abuela, no que mi abuela sea algo especial, en realidad creo que cualquier abuelo(a) tiene una característica particular que convive entre ternura y desesperación, pero si he releído el cuento anterior no ha sido casualidad, ha sido causalidad…después de las fechas navideñas y de año nuevo que invitan a la convivencia familiar (por lo menos mi caso), he convivido con mi abuela suficiente tiempo, con esto me refiero a que ha sido poca la interacción, pero capaz de quitarme el velo para descubrir que la vejez en algún momento llega, recuerdo a mi abuela vital, viajando (por necesidad y no por gusto), riendo, cocinando, cuidando nietos como hijos y regañando a sus hijos por hacer o no hacer las cosas. Y ahora aunque muchas de las cosas continúan en ella, falta algo, falta ….creo que deseo/gusto por la vida, es como si una DESPEDIDA constante estuviera en ella, la rodeara, la aprisionara y por lo tanto la obligara a decir cosas muy hirientes, trato de entender una frase que escuche en estas fechas COMO SE PUEDE AMAR Y ODIAR A ALGUIEN QUE TE QUISO TANTO, bien la vejez por ser algo nuevo para todos (me refiero a mi abuela y a la familia) nos desconcierta, nos llena de miedo, se trasforma en tristeza y en algunas ocasiones en un odio...concluí algo sobre mi abuela:

La admiro mucho…
Es una mujer fuerte que ahora necesita cuidados…
Debo aprovecharla antes de que toda vitalidad desaparezca en ella…
Y todos elegimos como vivir…aunque a veces no elegimos como morir.

Mi abuela es un personaje ejemplar por el echo de tratar de seguir viviendo aún cuando todo lo conocido por ella va desapareciendo o trasformandose (sigue desapaciendo), incluso dejó de hablar en futuro, habla en pasado, el pasado para ella es lo que vale, es el sitio de donde no quiere salir, sin embargo todos tratamos de que salga de ahí, tratamos de viva en lo que nosotros conocemos, es dificil, porque algun día (muchos de nosotros) estaremos en su lugar.