jueves, 6 de octubre de 2011

Para dar colores


De los sucesos que más lastiman muchos están relacionados con los más felices, para ser franco eso de ser psicótico no es nada fácil, nada comprende, nadie logra sentir lo que uno siente, en pocas palabras ¡está cabrón ver la vida fuera de los cuadrantes establecidos!. Desde que era pequeño, me topé con que mi boca y mis pensamientos eran congruentes, la gente me apuntó con el dedo índice "eso está mal", "eso no se dice", "eso no es así", e incluso en alguna ocasión "eso es del Diablo"...¿él Diablo?.. entonces me CALLE. En la pubertad me dijeron mudo y dejé de ir a la escuela; casi no me gustaba el ambiente sabor a ruido de esos pasillos, entre la gente y sus sombras, prefería quedarme en el banco de siempre.

Para ser más franco debo confesar que he hecho las paces con el pasado, sí le he dado un fuerte apretujón de manos y hasta uno que otro beso sincero, no es cierto, sincero jamás, pero no me queda más que fingir que lo despido con honestidad, mucho tiempo agarré sus manos y cuando menos los esperaba mis dedos ya estaban tronados todos, uno a uno. Hoy en día, cuando el pasado llega sigiloso, solo siento escalofríos en mi cuello, y entre susurros sopla haciendo un lado a la realidad.

La primera vez que pensé en la muerte tenía 7 años, mi perro se murió porque unos vecinos creían que era demasiado ruidoso para ser un cachorro, ellos tenían un bebé que lloraba todas las noches y pese a que sus lloros despertaban a toda la casa, jamás pensé en matarle, ahora lo pienso, ¿qué será de aquél bebé?, podría desquitarme apretujándole el cuello, pero mi perro lloraría más que todos los bebes de este hospital. Desde entonces no dejo de ver en blanco y negro, todo perdió color, he intentado recuperar la visión en una paleta de colores, nada. Cuando duermo logro ver puntos amarillos, rojos o morados, pero ningún color como lo recuerdo.

Por la mañana tuve un accidente en el comedor, me dolió y logré ver rojo, resolví el acertijo. Fui al baño, comí ese huesudo cuello, observé las verrugas de su cuerpo, me parecieron repugnantes, tomé las agujetas, apreté, con fuerza, con dolor...al final logré  e n t i n t a r m e.

lunes, 1 de agosto de 2011

Nada que decir

Todo sucedió cuando vi aquel caballo, lo vi y me vio, mi mano casi morada por el frío quiso tocarlo, relinchó, pataleó y aún así me acerqué, no podía huir, los dos sabíamos que era el destino, si el destino que con sus heladas estrellas nos miraba, nos guiñaba. Logré subirme sobre su espalda, inmediatamente cabalgamos durante 40 minutos, se detuvo en medio de la nada, ahí congelado bajé y comencé a caminar, trotar y luego a correr desesperado, perdido. Durante todo el camino tuve pensamientos diarreicos sobre el desempleo, el trabajo, mis hijos, mi exesposa, la familia, las nuevas familias, los jotos, los niños, luego yo, yo...en mi. Llegamos a la punta, donde se observa todo, ahí donde otros han observado todo, el desierto se dejó acariciar por mi aliento, busqué más ideas, perseguí palabras e intenté atrapar un la, un do, pero nada. Ahí estaba con mi nariz, con mi lengua, con mis huesos, con mi sangre, solo.

jueves, 14 de julio de 2011

De la luna.

Te convirtió en sirena aquél conquistador de tesoros, en cuánto te vio el dolor sabor a muerte desapareció de sus papilas, también te convirtió en utopía, te compartió -para un pirata es lo más difícil que puede hacer-, pero lo hizo porque te ama, no lo ves, cuando no estás pierde credibilidad ante su tripulación, incluso se toca el corazón con un puño, se lo arranca y enseña como bombea a cualquiera que se le acerque. No deberías dejar que te vea humana, eres una estatua de oro, ¿quién mejor que aquél aventurero para valorarte?,  en cambio deberías cantar en voz alta, muy alta, para que él te encuentre fácilmente, ¿a caso te gusta que viaje de mar en mar, para encontrarte? ¿disfrutas con sonrisa malévola las veces que ha estado de la negra?. Miras al cielo y deseas tener alas, ver de arriba hacia abajo, pero tus escamas te lo impiden. Si tan solo pudieras nadar hacia el abismo, pero le temes, temes perderte, perderle.. por eso vas a la superficie cuando deja de invocar te, puedes amarle, no dejes que te salgan pies, ni te pongas ropa, mucho menos hables, conserva tus pechos desnudos, tus cabellos largos, tu condición de sirena.

martes, 21 de junio de 2011

DESHORAS

Cierto día  me levanté más tarde de lo que una noche antes había pensado, apenas alcancé a desayunar y muy difícilmente alcancé a desayunar, tomé un taxi con las pocas monedas que aún me quedaban en la cartera y con las que debía sobrevivir hasta que llegara la beca del próximo mes, durante el viaje realicé algunas llamadas que adaptarían el resto de mi día. Bueno después de tanto blabla...llegué a mi destino y aunque mi preocupación seguía latente, al menos me encontraba en el lugar que debía 5 minutos tarde, para mi record de llegar tarde, 5minutos eran inofensivos, pero me la aplicaron. Sí me la aplicaron vil y descaradamente, estuve por más de una hora esperando y jamás llegaron, por si fuera poco, tenía otro compromiso en menos de 20 minutos, lo cual significaba, tomar otro taxi y ahora si no había modo, ni monedas para irme así. Así que respiré profundamente y dije, me lo merezco. Karma. No hay problema.

Tomé los respectivos dos camiones y espere los 45 minutos de trayecto para mi otro destino, pensando en lo maravilloso que sería tener un coche y poder llegar a todos lados en 10minutos, decidí leer durante el camino una lectura que había postergado por diferentes circunstancias, cual iluminada leí con tal claridad y concentración que no me la creía. En fin vuelvo a extenderme, parecía que todo mejoraba al llegar a mi otro compromiso, me la volvieron a aplicar, por mas que quise cobrarle al destino/ a la vida/ a Dios, me mandaron al carajo homogéneamente, espere durante una hora más. Por si fuera poco, tenía otros compromisos, si en plural, OTROS.

Cero monedas en mi cartera y OTROS compromisos que cubrir con tiempos desfasados, un malestar estomacal impresionante me invadió, que pocooooooooooooo respecto a los esfuerzos de los demás... me he prometido no ser impuntual y llegar a deshoras, honestamente no es la primera vez, pero nunca había pasado por algo similar, pero hoy, por hoy prometo que me esforzaré para que jamás alguien vuelva a esperarme más de 5 minutos.

aah claro siempre y cuando esté en mi manos.

domingo, 15 de mayo de 2011

A propósito del tiempo.


De nueve años, parada frente al espejo, vi la luz de las doce de la mañana que dividía en dos mi cara; por un lado, la oscurecía la sombra del baño, por el otro, la iluminaba con los poros del vidrio de la ventana. En cuanto salí de ese mutis, grité a mi madre, quería que viera lo que yo. Mi madre entró con ojos preocupados, en cuanto percató mi sonrisa los cambió por unos de duda. –Mira qué bonita se ve la luz- le dije. Con sus ojos disfrazados de lágrimas susurró -¡Qué bella!-, tocó mi cabello y se acercó para que la luz la cortara a ella. Nos quedamos ahí no más de cinco minutos. Solo alcancé a pensar “Quiero recordarme así”. Del resto no me acuerdo.

De 18 años, emocionada con la “libertad” que ofrecía una vida lejos de casa, dije adiós a mi hermana y a mi mamá, que apenas podían responder con sus lloros, caminé cerca de una hora para llegar a mi nuevo hogar, en cuanto abrí la puerta le di la mano a la soledad ¡qué fuerte es su silencio!, fue raro que ella me acompañara durante un mes. Dormí cómo nunca, más de lo recomendado, hasta que un día sentada a un costado de mi cama, escuché el canto de unos pajaritos, nunca los ví, eran del vecino, me acerque al patio trasero y todo estaba cubierto de espesa neblina, eran las siete de la noche y solo la luz de los focos lograba atravesarla. Corrí al techo y vi mi nueva vida. Recordé mis nueve años.

De 23, mientras recibía los papeles de licenciatura, vi por primera vez a mi papá en la ciudad en donde yo vivía, estaba junto a mi mamá y los dos sonreían. Había mucha gente, pero solo me importaba que estuvieran ellos, debido a una serie de eventos desafortunados faltó mi hermana de sangre, estuvo mi hermana de vida y aunque debía estar concentrada, repentinamente recordé a mi hermanita de seis años, llorando porque se había partido la barbilla mientras jugábamos, me pregunté por la gente con la que jugábamos ese día. En un parpadeo cenábamos toda la familia celebrando mi día.

De 24, llorando frente a la computadora, trato de entender que nada dura para siempre, aunque disfruto del ahora, recuerdo los eventos del pasado, pero no puedo detener la dinámica de una pregunta “¿quién roba el tiempo?”. Me da miedo el tiempo, me da miedo que se largue con mis padres,  con mis hermanas, con mis amigos o que me robé a mí.



miércoles, 11 de mayo de 2011

INVENTARIO


Para mi mujer.
Una sonrisa por la mañana, el primer mensaje. Tu respuesta. Siempre un dato interesante para ambos, una pregunta por responder y pensar, algún recuerdo oxidado por tu mala memoria. Un olor agradable en mi cuarto cuando vienes de visita. Siempre algún viaje memorable. Miles de besos reivindicadores, una dieta rica en colaboración, coordinación y siempre a deshoras. Tu cuerpo semidesnudo por la mañana. Una fiesta inolvidable de mayo, nuevas experiencias de nuevas situaciones en una vida nueva. Planes, horarios, mensajes. Tus llamadas. Amigos comunes e intercambio de nuestras infancias. Creencias, conocimiento, esperanzas. Nuevamente besos, internet en los días interminables, cada tres semanas renacimiento. Días que urgen ser años, lustros, décadas. Momentos malos, momentos buenos. Celos, inocentes y dolorosos. Duchas compartidas desde los días secretos. Química corporal que explota en todo lo bueno que es tenerte conmigo. Presupuestos de los viajes, facturas de la lejanía cobradas al encuentro. Una escena de una toalla digna de novela pasional. Una Antigua que fue sólo para nosotros. Los archivos bochornosos en nuestras laps. Caminatas, muchas caminatas. Disfrutar los silencios, tratar de entendernos mientras nos amamos. Los dolores de la vuelta a otra realidad. Tus cartas, mis manos, tu piel, tu cabello. Éste último permanece en mi cama algunos días cuando te vas. El desorden de nuestro cuarto cuando es nuestro. Los pendientes, las ataduras que nos quitamos. Mi familia, tu familia. La distancia traidora. Tu saliva, la mía.
Siempre tuyo.
                                                                                                             Tu hombre.


*Esta publicación es Autoría Eduardo C.M.  



    

jueves, 31 de marzo de 2011

de una buena compañia

Después de acompañar y despedir a Eduardo en la Central Camionera, toda cabeza abajo caminé hacia los boletos de taxis, una vez formada en la fila me topé con un personaje fabuloso, les cuento:

-Hola, mi nombre es Martha, acabo de regresar de Guadalajara, hace frío ¿verdad?.
-Hola, mucho gusto Martha, soy Yaneli. Sí hace mucho frio, hasta llovió. Tenía meses que no veía llover.
-Parece que no eres de aquí Yaneli. ¿De dónde eres?.
-jaja ¿cómo se dio cuenta de que no era de aquí?.
-jaja por la manera en que te sorprendes de que no llueva.
-si, extraño el olor de lluvia, soy de Chiapas, aunque viví en Xalapa muchos años.
-¡qué bonito es Chiapas!, fui las vacaciones de Diciembre a Tuxtla Gutierrez y Sancristobal, esta muy peligrosas las carreteras, muchas vueltas jaja, pero el paisaje precioso… aahh ¡qué comida tan deliciosa! , y una bebida color ladrillo que se toma en un lugar cerca de Tuxtla…
-¿Taxcalate?.
-Sí, taxcalate delicioso, me traje unos kilos pero a mi familia y a mi nos encantó, ya los acabamos. ¿y que haces tan lejos? Te ves muy jovensita.
-Estoy estudiando, una maestría, soy psicóloga.
-Que bien, tengo una nuera que es psicóloga ahorita está con el doctorado, esta becada, le va bien. Hay que estudiar para tener una mejor calidad de vida. Se comenten errores, pero estudiando se amortiguan un poquito.
-Yo también tengo beca, pero no me va también como los que tienen beca de doctorado jaja.
-Pero te irá, mi nuera ha viajado a muchos lugares. Estuvo en Chile, luego en España y creo que ahora se va a Italia. Mira, ahí viene un taxi. ¿a dónde vas?.
-Voy para Tequis. ¿Usted?.
-También para Tequis, vámonos juntas en el mismo taxi. Permite me voy a hablar con el señor que recibe los boletos.
-¿señor?, ¿señor?, mire la muchacha que está ahí y yo vamos para el mismo lugar, ¿nos podremos ir en el mismo taxi?. Muy bien, gracias señor.
-Ya esta arreglado, nos vamos en el próximo juntas. Cómo pesan estas maletas, mejor las muevo cuando llegue el taxi.
-La ayudo señora, no pesan tanto.
-De verdad pesan mucho señorita, no se preocupe.
-no hay ningún problema, permítame. Ahí esta el taxi.
-Señor nos lleva a Tequis a mí y después a la señorita. ¿con quién vives aquí?.
-Vivo con una amiga, le ayudo con los gastos.
-Que bueno que estas acompañada porque luego es muy difícil la soledad. Yo tengo un cuartito,  solo que por lo pronto lo ocupan las cosas de mi hijo jajaja, solo las cosas porque el vive en Aguascalientes, pero tienen tantos tiliches que tengo que guardarlos. Pero cuando necesites compañía o no tengas dinero o quieras venir a platicar conmigo eres bienvenida en mi casa. Aquí señor, solo le pido que me ayude con las maletas, porque ya a esta edad uno procura ser independiente pero la espalda luego, luego reclama jajaja. Es usted muy amable. Adiós señorita que le vaya muy bien, fue un gusto conocerla. Señor le encargo que la lleve sana y salva a su casa. Es usted muy amable. Que tengan un excelente día.

Llegué  mi casa con una sonrisota y pude ver como el taxista también sonreía. Martha me contagió de su vitalidad en poco menos de 30 minutos, sospecho que talvez no me recuerde, ya hace  un mes de ese encuentro, la recuerdo con gran afecto. es increible lo que la presencia de las personas pueden hacerle a uno, este personaje con su amabilidad y vitalidad me hizo el día, sin saber siquiera el mal rato que me habia autoaplicado previamente. 
Gracias Martha.

lunes, 21 de febrero de 2011

DEL MES DEL AMOR

Una mujer joven se sube a un taxi, el chofer comienza a hacerle plática,  primero lque a que se dedica, que porque trabaja si esta muy bonita y jóven, ella le dice que es jóven pero que está feliz, que tiene una vida  y que incluso esta casada (le enseña el anillo).
TAXISTA: Señorita (comienza diciendo el señor de casi 60 años, con tono serio y de sabiduiria) la vida es para ser feliz… hay que ser hábil para que su marido siempre sepa lo mucho que usted vale.
MUJER JÓVEN: (al escuchar esto, la joven coloca su mano en el estomago, piensa MACHO) mentalmente decide que sería apropiado hacer un análisis más profundo del consejo de carácter aparentemente AMABLE… “SEA HÁBIL PARA QUE SU MARIDO SIEMPRE SEPA LO MUCHO QUE VALE”,  ¿Qué es ser hábil en primera instancia? HÁBIL: significa más que capaz, más que instruido, ya que se refiera a un artista, a un general, a un sabio o a un juez. El hombre hábil es el que hace brillante uso del que sabe; el capaz puede, y el hábil ejecuta…etc… de cualquier modo en que defina ella puntualiza “SER UN GENIO para que siempre la VALOREN” exactamente eso le hace ruido, muere de IMPOTENCIA TAXISTA: continua contando su historia de amor, cuenta que compró un terreno donde levanto una casa con sus propias manos, que vivieron con su mamá (la de él) cuando se casaron y que un día la llevo a pintar la casa con mentiras, diciendo que era la casa de un amigo, al final pensaba darle la sorpresa pero ella se adelantó y fue llorando a casa de su suegra, al final la señora salió regañada por su mamá recordándole lo ingenua que era, ya que esa casa era la que él construyo para los dos...
MUJER JOVEN: (piensa/pregunta para sisma mientras pone ojos de horror) ¿ROMÁNTICO?  ¿MACHISTA?, ella baja del transporte
TAXISTA: (a gritos y agachandose para verla por la ventana) yo cuido mi señora,  tengo la mejor mujer,  me ha aguantado todo”
MUJER JÓVEN: (interrumpe preguntando apuradamente) ¿cuánto le debo?,
TAXISTA: lo que le cobran, ¿cómo hombre como te puedes resistir a tanta belleza?,(mientras le guiña un ojo).
MUJER JÓVEN: (Cierra la puerta con un gesto de desaprobación,  quiere correr y no volverlo a ver, se nota en su gesto) SEÑOR no vengo de buen humor podría enfocarse y simplemente darme mi cambio.

Al final ella corre hacia un pasillo de un edificio lujoso, abre la puerta de un amplio departamento, comienza desarmarse, pone por un lado el abrigo, del otro pone el bolso, por el otro pone la laptop, las zapatillas y termina con la bata. Comienza a cocinar mientras las palabras del taxista se repiten en su cabeza “SEA HÁBIL/SEA HÁBIL”… termina un platillo en poco menos de 25 minutos, se pone de nuevo la zapatillas, saca un libro y espera. Tocan la puerta.
ESPOSO MUJER JOVEN: Hola (dice y entra con el mismo ritual que ella, se sienta a ver t.v. )
MUJER JOVEN: ( expidiendo poca empatía, voltea a verlo)  COME, SE ENFRIA.

miércoles, 12 de enero de 2011

Vejez


Es inicio de año, aunque debería hablar de la vida y de los propósitos de este año 2011 , hablaré de su antagónico la muerte y por la tanto de su coautor... la vejez . Esto por un personaje ejemplar que llamó mi atención (y mis reflexiones) en estas fechas...

Hace menos de una semana releí el cuento titulado “Pacto de Sangre” del maestro Mario Benedetti (obviamente soy fiel seguidora de este escritor), desde el inicio del cuento uno comienza a sentirse viejo, el lenguaje, la percepción lenta del tiempo y la palabra abuelo denotan nostalgia y empujan a sentirnos nostálgicos, mientras leía en voz alta mi voz se quebraba, resulta que el protagonista de esta historia se sume en un mar de silencio autoaplicado, esto como defensa de su limitada independencia, me refiero a su lenguaje/ideas/pensamiento, es así que decide hacer creer a sus familiares que ya no puede hablar, sin embargo en un descuido su nieto le escucha decir algo en voz baja y hacen un convenio/secreto entre ellos dos. Así es cómo los parrafos comienzan a tomar tintes menos amargos, tal vez por la introducción de un personaje vital como lo es cualquier niño y cuando uno menos lo espera… en una vuelta de tuerca nos despoja de aquella pequeña ilusión provocada por ese secreto. 

En fin una lectura altamente recomendable, pero tratando de apegarme al formato de este espacio he querido iniciar con este preludio para hablar de mi abuela, no que mi abuela sea algo especial, en realidad creo que cualquier abuelo(a) tiene una característica particular que convive entre ternura y desesperación, pero si he releído el cuento anterior no ha sido casualidad, ha sido causalidad…después de las fechas navideñas y de año nuevo que invitan a la convivencia familiar (por lo menos mi caso), he convivido con mi abuela suficiente tiempo, con esto me refiero a que ha sido poca la interacción, pero capaz de quitarme el velo para descubrir que la vejez en algún momento llega, recuerdo a mi abuela vital, viajando (por necesidad y no por gusto), riendo, cocinando, cuidando nietos como hijos y regañando a sus hijos por hacer o no hacer las cosas. Y ahora aunque muchas de las cosas continúan en ella, falta algo, falta ….creo que deseo/gusto por la vida, es como si una DESPEDIDA constante estuviera en ella, la rodeara, la aprisionara y por lo tanto la obligara a decir cosas muy hirientes, trato de entender una frase que escuche en estas fechas COMO SE PUEDE AMAR Y ODIAR A ALGUIEN QUE TE QUISO TANTO, bien la vejez por ser algo nuevo para todos (me refiero a mi abuela y a la familia) nos desconcierta, nos llena de miedo, se trasforma en tristeza y en algunas ocasiones en un odio...concluí algo sobre mi abuela:

La admiro mucho…
Es una mujer fuerte que ahora necesita cuidados…
Debo aprovecharla antes de que toda vitalidad desaparezca en ella…
Y todos elegimos como vivir…aunque a veces no elegimos como morir.

Mi abuela es un personaje ejemplar por el echo de tratar de seguir viviendo aún cuando todo lo conocido por ella va desapareciendo o trasformandose (sigue desapaciendo), incluso dejó de hablar en futuro, habla en pasado, el pasado para ella es lo que vale, es el sitio de donde no quiere salir, sin embargo todos tratamos de que salga de ahí, tratamos de viva en lo que nosotros conocemos, es dificil, porque algun día (muchos de nosotros) estaremos en su lugar.