sábado, 29 de agosto de 2009

“El señorcito de la esquina”

A dos meses de vivir en un departamento en el centro de la ciudad, apresurada como toda la vida, abrí la puerta de mi casa y recordé que casi tropiezo con algo. Aventé mochila, respiré profunda e inevitable cantidad de veces y por fin “tuve” que recordar que ese algo era alguien, me asome a la ventana y descubrí a un señor de 70 y cacho de años, sentado sobre una silla, frente a una mesa vieja de madera sobre la que vende dulces , rodeado de bolsas. Inmediatamente reconocí sus arrugas con la infinidad de canciones provenientes de su grabadora que durante esos dos meses había escuchado en la cocina, en el cuarto de mi hermana, en el baño y en esa misma ventana. Me culpe por no saber su nombre, pero más allá del nombre, de anularlo ante mis propios ojos. Lamenté no tener dinero y poderle dar un hogar, lamenté no tener el valor para reconocer que era cobarde y egoísta, que no podía meterlo en mi casa por el solo hecho de que no podía, me culpé. La propuesta del año fue preguntarle su nombre, su historia, su vida…nunca pasó.

Don Vagabundo o mejor conocido como el “Señorcito de la esquina” tenía una historia que en voz de mi mejor amiga era: “siempre fue huérfano, no pudo casarse porque nadie lo quiso por la enfermedad que tiene, epilepsia, se duerme ahí porque no le gusta estar encerrado en el asilo y no poder salir a la hora que quiere…no puede porque no hay quien vaya por el...y me regaló estas uvas porque a él no le gustan”.

Llega Diciembre, la gente pasa por esa esquina y cuando coincide con él se bajan de la banqueta como si la idea les hubiera surgido de repente, la música de la grabadora eléctrica conectada a la bodega de esa misma esquina tomó lugar por una con baterías, las madrugadas frías frente a la computadora son amenizadas con la música de esa grabadora y mientras luces intermitentes ROJO/AMARILLO/VERDE se reflejan en su rostro, él duerme sobre una banqueta de dos escalones.

3 comentarios:

  1. cuantas veces no nos hemos topado con una historia similar en muchas otras esquinas, colonias, etc....es lamentable saber que asi suceden aveces las cosas, quiza una vida inconclusa, infeliz, tal vez asi lo vemos muchos....
    al igual que tu mi yane, me gana el corazon y sabes que soy bastante sentimental.
    la pregunta tal vez sea, como podemos ayudar ante esta situacion???
    o mejor dicho cuando vamos a hacerlo??
    donde estan nuestro proyectos de gobierno?, ect ect...
    en fin, muchas felicidades por este nuevo proyecto!!!!
    ojala sigas con este espacio y encuentres mucha inspiracion para seguirte leyendo.

    te amo y ya nos veremos muy pronto.

    Omar D. Briones

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  2. gracias por este comentario..sabes que te amo...y que parte de este proyecto es gracias a que todos los dias me inspiras..te amo...se que pronto te vere

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  3. querida yaneli, así como tú, yo también tengo, aun, como propósito de mi estancia en xalapa, por larga o corta que sea, el sentarme con algún "señorcito o señorcita de la esquina" y preguntarle su nombre, su historia, su vida. pero me falta valor, deben ser los estereotipos o taboos que me reodean y permito que me detengan. mas estoy segura que un día he de vencerlos y me sentaré con el "señorcito" a conversar, tal vez estando en xalapa, tal vez en algún otro lugar.

    qué lindo escribes.

    Pawis

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