Sentadas frente a la computadora que funge como tv para ver películas, veíamos una película llamada los piratas del rock. Diandra y yo, acostumbradas a hacer comentarios soberbios, apuntamos hacia que toda la música de la dichosa película era conocida para nosotros. Comenzamos a recordar que mientras otros niños escuchaban zepillin zepillin, nosotros podíamos escuchar a Cri-Cri ó a Pink Floyd sin diferencia aparente, ya que nos habías acostumbrado a esos sonidos, dice mi mamá, que desde que estábamos en su vientre, por lo que la plática se desvió a rebobinar cosas del pasado; castigos aparentemente "injustificados" (que para nosotras siguen sin tener sentido) y hacia otros que orgullosamente decimos "eran necesarios".
Después de esa extensa plática, puedo asegurarte que ambas tuvimos síndrome post-reflexión, no sé como le haya ido a Diandra, pero para mi fue como el viaje que hice contigo a Tapachula, donde a cada kilometro y a cada paisaje revivía cosas de mi infancia. Lo mismo me sucedió con esa plática, recordé por ejemplo que además de la música de trova revolucionaria, de las incontables noches en donde nos inventabas historias para que nos durmiéramos (cuando dejaste de hacerlo durante años yo le contaba cuentos a Diandra), los libros que nos alentabas a leer y que hoy en día no podemos dejar, el terror que desarrollamos a tu cinturón y los múltiples empujones que nos dabas para que fuéramos a jugar con los niños mientras nos amarrábamos a tus piernas; y pensé que comenzamos a hacernos adultas (falta la independencia para que culminé con la madurez jaja) y que aunque hemos aprendido mucho de mi mamá, por vivir con ella, no podemos quitarnos está herencia simbologica y aprendida del apellido Cruz.
Concluí que agradezco cada frase, regaño, desilusión y aprendizaje contigo, porque de todo nos enseñaste a ser (no sé si deseoso a que fuéramos o no como tu) y yo creo que eso es lo más importante en la función de un padre: ENSEÑAR
te quiero papá feliz día del maestro.
Precioso manita... besos a las dos
ResponderEliminar